jueves, 23 de febrero de 2023




MI ENTORNO, MI REFLEJO

¿Cómo observo mi entorno?

¿Cómo interpretamos la realidad?

Tal vez en función de lo que pensamos, creemos, vemos, o somos (nuestro marco interno). Es importante hacernos conscientes de ello, y así podremos liberarnos de malestares y sufrimiento.

Desde hace tiempo se ha demostrado que lo que vemos en los demás nos revela información de lo que somos nosotros mismos, inclusive estudios sobre psicología personal afirman que todo lo que vemos en el exterior es nuestro espejo. 

Y puesto que un espejo es donde vemos un reflejo, en este caso el espejo que vemos en el exterior son  diferentes cualidades, características y aspectos de nuestra persona  y nuestra forma de ser, de pensar y de sentirnos.

 

Esas situaciones que se nos presentan en nuestro día a día y que en algunas ocasiones o en la mayoría de ellas,  no nos agrada de los demás, y generamos  emociona hacia nuestra persona, como rechazo, disgusto, ser observados, etc.

 

Y no nos damos cuenta que nos estamos enfrentando a nuestro propio espejo. Lo que se conoce en psicología como “la ley del espejo”; esta ley  establece que, de alguna manera, ese aspecto que nos disgusta de determinada persona existe en nuestro interior.

 

Eso que nos disgusta del exterior en realidad está en nuestro interior.

 

En efecto, la Ley del espejo consiste en esa proyección psicológica que realizamos  y nos hace pensar que el defecto o desagrado que percibimos en los demás solo existe “ahí fuera”, y no en nosotros mismos. La proyección psicológica es un mecanismo de defensa que manifestamos a través de rechazo; por el que atribuimos a otras personas sentimientos, pensamientos, o creencias  inaceptables para nosotros mismos, situaciones que nos ocasionan conflictos emocionales o amenazantes a nuestra persona, a nuestro entorno tanto interior como exterior.  Y construimos verdades exteriores con nuestras propias características.

 

Sin embargo estas proyecciones suceden no solo cuando estamos ante situaciones negativas, sino también en situaciones positivas. Sucede cuando nos encontramos en relaciones de pareja o con personas que admiramos, esas personas que amamos, a las cuales les atribuimos cualidades de valor,  cualidades que realmente existen en nosotros.

Otra circunstancia que evidencia esta Ley, es cuando  afirmamos “conocer” muy bien a otras personas,  la realidad es que estamos  proyectando  nuestra visión  de nosotros mismos ya sea sobre su imagen física o su comportamiento. 

 

¿Para qué sirve esta información? Para generar consciencia de lo que realmente estoy proyectando en los demás, y poder descubrir quién soy en realidad.  Permitirnos tener conocimiento nos ayuda a generar conciencia sobre quien estamos siendo y poder hacernos cargo, trabajar aquellos aspectos  que no deseamos mantener o queremos transformar.

 

Una herramienta muy efectiva que nos permite generar conciencia sobre estas situaciones del reflejo y generar un cambio real es  la meditación consciente, un sistema nos ayudará a trazar la línea y convertirnos en el observador de nuestra propia conducta.

 

Dice Mahatma Gandhi “Cambia tu y cambiara tu mundo”



Ruth Mier 

Terapeuta Humanista  Holisitica





 

No hay comentarios:

Publicar un comentario